LEYENDO LA CIUDAD, PASEANDO LAS PALABRAS
La realidad de la batalla diaria en las aulas identifica al
profesor de lengua y literatura más con la complicada gestión de un aula de
instituto en constante desequilibrio entre neuronas y hormonas que con la
filología y el mundo de la publicación. Nuestro compañero José Antonio Pérez
acaba de publicar el libro Paseando con
Albanio. La obra ilustra tres paseos por las calles de Sevilla de la mano de
la poesía, la prosa y la correspondencia de su poeta predilecto; Luis Cernuda.
José Antonio no es un filólogo o un escritor que enseña (IES
ALBERO, Alcalá de Guadaíra) para ganarse la vida, sino un
profesor que escribe, y muy bien, y un apasionado lector. Su implicación y su
compromiso con la enseñanza están fuertemente arraigados en la génesis de este
libro. La obra nació de la feliz idea de usar los paseos literarios para
acercar la poesía de Cernuda a sus alumnos.
Contagiar pasión lectora solo está al alcance de quien ya la
sitúa en un lugar privilegiado de su vida y es, además, capaz de comunicarla y
hacerla deseable. En la mano del profesor está iniciar y avivar el fuego de la
magia de las palabras o ahogarla en la prosa roma e inerte de las programaciones
académicas y de la burocracia. No puede enseñar a volar quien no consigue
despegar del suelo.
Paseando con Albanio
suena a literatura viva, huele a palabras calientes, sabe al aire de las calles
por donde Cernuda paseó, miró, escuchó, sintió, sufrió, amó…vivió. No aparecerá
en programaciones didácticas, no está en los libros de texto, no cabe en
análisis sintácticos, nadie le hará un examen sobre la lectura, no se lo
pierdan.
Felicidades al autor, al profesor que escribe, y a quien ha redactado esta entrada por una razón: Invita a leer el libro inmediatamente. No sé si aparecerá en programaciones o exámenes pero ojalá que aparezca y permanezca en las aulas.
ResponderEliminarSuscribo las palabras de Pedro; semejante introducción augura lo mejor para un libro con tan apropiado título y tan sutil ilustración.
ResponderEliminarTengo verdaderas ganas de leerlo.
Suscribo las palabras de Pedro; semejante introducción augura lo mejor para un libro con tan apropiado título y tan sutil ilustración.
ResponderEliminarTengo verdaderas ganas de leerlo.